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Módulo Cerro Grande, Notas sobre alteridad, trans-ducción y sistemas de seguridad.

Museo Alejandro Otero, Barrio Cerro Grande, El Valle, Caracas

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DESCRIPCIÓN DE LA OPERACIÓN

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Realizado en las instalaciones del Museo Alejandro Otero, Caracas, y el Barrio Cerro Grande, de la parroquia El Valle.

En la cancha del barrio se reprodujo la lógica de sala, quedando dispuesto en su interior un gran panel de museo con la inscripción del artista Alejandro Otero "el arte es trascendente porque es via de penetracion a lo irrelevado", que a su vez estaba dispuesto (dicho texto) en las paredes a la entrada del museo.

Dos cámaras de circuito cerrado fueron dispuestas para captar las imágenes de la acción que transcurría en el barrio, mientras era transmitida en las paredes del museo.

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Módulo Cerro Grande. Notas sobre alteridad, trans-ducción y sistemas de seguridad de Juan Carlos Rodríguez

Por Albeley Rodríguez

 

En el Museo Alejandro Otero Con Módulo Cerro Grande, Notas sobre alteridad, trans-ducción y sistemas de seguridad, Juan Carlos Rodríguez abre una oportunidad para infiltrarse en el museo y detectar algunos problemas desarrollados por las tácticas institucionales, en un intento por establecer vínculos con el entorno humano y cultural en el que se encuentra establecido. Un conjunto de documentos (audiovisuales, fotografías y objetos) son expuestos para generar la necesidad de sondear en las capacidades y limitaciones de la lógica museística con respecto a la comunidad, de donde se comprende que el artista haya insertado tanto en el título, como en los componentes de la muestra, las nociones de alteridad y trans-ducción aludiendo a la distancia, frecuentemente sublimada, entre el discurso del museo y los códigos culturales de la colectividad con la cual pretende relacionarse pero, con frecuencia, sin pasar por el reconocimiento de sus particularidades y dinámicas sino, por el contrario, generalmente ubicándose en la posición del sujeto encargado de “otorgar cultura al otro”. El artista destaca la noción de módulo, para aplicarlo simultáneamente en varias direcciones de gran potencialidad simbólica en nuestro entorno social. Esto es, como patrón y como unidad de medida, presentado en el contraste entre el módulo o bloque conformado por habitáculos de interés social, y el panel (o módulo) museográfico que implanta y obedece al canon de asepsia moderna, en la que el orden y la exactitud envuelven la falsa ilusión de sitio que expone evidencias, cuyos significados (sospechosamente), no están proyectados desde ningún punto de vista específico, sino que parecen procedentes de sí mismas. También está presente en este complejo de acepciones el módulo policial, desde donde se establece el perímetro de seguridad, condena y represión hacia el comportamiento fuera de orden, pero a partir del cual el artista sugiere, además, una intersección con los mecanismos de vigilancia del museo y las áreas menos visibles de restricción y blindaje levantadas en los alrededores del discurso de la auctoritas institucional. Los sistemas de seguridad emergen así, desde su estratégica sombra, para mostrar su misión de repeler la amenaza de ser asaltados por alguna acción que vulnere lo atesorado, aquello considerado símbolo de distinción y poder indispensable. Sólo al calor del funcionamiento museístico (sus salas, vitrinas, agentes de seguridad, muros de diferenciación con respecto al resto de la arquitectura de la zona, etc.) se hace factible exponer los desafíos que este proyecto ha formulado. Inusualmente un museo se arriesga a ser develado tan abrasivamente por propuestas artísticas pero, en este caso, el Museo Alejandro Otero se ha prestado para esta penetrante visión, quizá consciente de la necesidad de adelantar con esto, otro paso para generar una constructiva autorreflexión sobre la posibilidad de diálogos más sinceros con el colectivo, del cual pueda llegar a ser partícipe.

 

Albeley Rodríguez iv Caracas, septiembre de 2005

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Módulo Cerro Grande, Notas sobre alteridad, trans-ducción y sistemas de seguridad.

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Módulo Cerro Grande, Notas sobre alteridad, trans-ducción y sistemas de seguridad.

Módulo Cerro Grande, Notas sobre alteridad, trans-ducción y sistemas de seguridad.

Módulo Cerro Grande, Notas sobre alteridad, trans-ducción y sistemas de seguridad.

Módulo Cerro Grande. (Comentario de Carmen Hernández)

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En octubre de 2005 Rodríguez presentó la exposición Módulo cerro grande, Notas sobre alteridad, trans-ducción y sistemas de seguridad, en la Sala 4 del Museo Alejandro Otero. Allí introdujo la experiencia llevada a cabo en el Barrio Cerro Grande, parroquia el Valle, consistente en desplazar los mecanismos museográficos y museológicos a una cancha deportiva. En un panel, como dispositivo museográfico, se exhibió una frase del artista Alejandro Otero, una figura canónica del arte constructivista venezolano: “El arte es trascendente porque es vía de penetración hacia lo irrelevado y por eso desconcierta en cada paso que da”, que se había publicado en la página web del Museo Alejandro Otero (activa hasta 2006), como una máxima moderna. Esta supuesta trascendencia de la premisa de Otero se vio afectada cuando regresó a los espacios del museo, en calidad de registros en video, y no podía ser leída en su totalidad (en el video la frase aparecía cortada). Además, ninguno de los personajes le prestaba atención. En el barrio, el módulo expositivo estaba acompañado de un guardia que cumplía la misma función de resguardar el orden del espacio museológico, aunque aquí su inutilidad quedaba en evidencia, pues a su lado un grupo de muchachos jugaban básquetbol sin advertir el sentido de autoridad de su presencia. El registro en video, coloca ambas situaciones en una tensión insoportable (un encuadre reducido registra las acciones de uno o dos jugadores, mientras detrás se observa el guardia y la frase de Otero “cortada”), imposibilitando cualquier tipo de diálogo, lo cual refuerza la idea de que el arte, como se exhibe en un museo, “no puede subir cerro”, porque no es comprendido en su dimensión ritual.​

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